UNA MIRADA ANTROPOLÓGICA PARA LA ARCHIVÍSTICA Y LOS PROYECTOS DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL EN MATERIA DE ARCHIVOS

Jul 25, 2023 | Artículos, Blog

La archivística se encuentra en un momento de expansión profesional y académica muy alentador, marcado principalmente por el diálogo con las ciencias de la información y la computación y, por tanto, en un escenario de mayor estandarización a nivel internacional. Sin embargo, resulta fundamental cultivar el pensamiento crítico y reivindicar las oportunidades que también pueden ofrecer las ciencias sociales en la aproximación y tratamiento del propio objeto de estudio. Por qué ¿Qué ocurre cuando las percepciones, necesidades y expectativas que tienen otras sociedades en relación con sus archivos no encajan con la forma de entender y de hacer las cosas de la archivística “estandarizada”? ¿Cómo podemos plantearnos como profesionales ayudar a otras comunidades a organizar y gestionar sus archivos si no tomamos en consideración lo que es social y culturalmente importante para éstas, y en qué términos quieren relacionarse con ellos?

La investigación y diversas experiencias de trabajo en el ámbito social, particularmente en Australia, Canadá, Estados Unidos y Latinoamérica, ya ha podido demostrar que existe mucha más diversidad sociocultural en torno a los archivos de la que podríamos pensar, ante la que una concepción homogénea o estándar de la disciplina y una aplicación indiscriminada de sus principios científicos no sólo no es viable, sino que también es altamente problemática.

Si bien por el origen y el bagaje académico de la mayoría de profesionales de la archivística ya se tiene una conciencia del valor social de los archivos, de su importancia para la memoria histórica o por la defensa de los derechos humanos, lo cierto es que hay más allá de todo esto; que los archivos pueden significar y pueden constituirse de muchas formas dependiendo de la sociedad o la comunidad a la que nos refiramos. Los modelos actuales y estándares profesionales no están preparados para abrazar el hecho de que, por ejemplo, algunas comunidades pueden establecer vínculos emocionales, espirituales o más simbólicos con sus archivos, o que existen sistemas archivísticos y tradiciones particulares que se fundamentan en otras formas de concebir los documentos, la propiedad cultural o la preservación de la memoria.

Los proyectos de cooperación internacional en materia de archivos son especialmente paradigmáticos en este sentido, porque permiten ver de forma muy clara hasta qué punto funciona la aplicación de la teoría y los principios archivísticos en diferentes realidades sociales. Por ejemplo, del proyecto de cooperación de Archiveros sin Fronteras con el Archivo Nacional de la República Democrática Árabe Saharaui, que he tenido la oportunidad de analizar, se pueden sacar muchos aprendizajes respecto al encaje de los conocimientos y las prácticas profesionales propias en realidades locales y territoriales tanto particulares, así como de la necesidad constatada por los/las propias cooperantes la situación concreta de los archivos y la documentación, o de las necesidades de gestión documental percibidas externamente.

En este sentido, la antropología y su método de investigación, la etnografía, son herramientas que nos podrían servir para la sensibilización sociocultural y para el planteamiento de algunas reflexiones críticas sobre la profesión, no sólo para comprender a personas y culturas archivísticas diversas, sino también para pensar cómo hacemos lo que hacemos y por qué lo hacemos. En concreto, en los proyectos de cooperación se podrían incorporar algunos ejercicios etnográficos, es decir, de atención y comprensión de las realidades sociales, para diseñar intervenciones más adecuadas, eficaces e integradas en cada contexto. Por ejemplo, se podría empezar por prestar más atención a los aspectos socioculturales de la población en la fase previa de prospección de los fondos y en el diseño de los proyectos, o incluso crear equipos pluridisciplinares que tengan la capacidad de trabajar un mismo proyecto desde diferentes perspectivas y con una mayor profundidad.

En definitiva, habría que entender la archivística como un medio para que las sociedades se archiven a sí mismas de la forma más coherente, y no como una práctica de aplicación estándar. Entender que hay diferentes maneras de hacer las cosas y darles espacio es importante, y de hecho, esta flexibilidad no es incompatible con mantener el rigor, la calidad y la aplicación de buenas prácticas. Comprender a los/las productores/as de la documentación y los mundos sociales que envuelven los archivos es fundamental para plantear una gestión de la documentación realmente eficiente y apropiada, y para asegurar así que se cumple con las finalidades de la archivística en los términos en los que lo vive y lo concibe cada comunidad.

Autor: Judit Tió Guiteras
Biografia: Antropòloga i graduada del Màster en Arxivística i Gestió de Documents de l’ESAGED